Foto: Otoniel Márquez (Juventud Rebelde)
Dos semanas han pasado desde que el devastador huracán Ian transitara el 27 de septiembre sobre las provincias occidentales de Cuba, con categoría 3 en la escala Saffer Simpson.
Aunque a su paso solo tuvo que lamentarse la pérdida de tres vidas humanas, los daños materiales son cuantiosos. En La Habana fue en el día de ayer 12 de octubre, cuando se declaró por el Estado Mayor Nacional de la Defensa Civil, la vuelta a la normalidad.
La fase recuperativa puede haber terminado para esta provincia, pero el panorama en las provincias de Artemisa y Pinar del Río dista aún de ser perfecto.
Saliendo de zona de desastre
La electricidad, el abasto de agua y la vivienda son las grandes dificultades que aún enfrenta estas provincias. La situación transita hacia la normalidad, pero aún queda mucho por hacer para restablecer la vida social y económica en Pinar del Río y Artemisa.
En esta última provincia se ha alcanzado ya la normalidad en el servicio de electricidad con el 97 % de cobertura, excepto en el municipio de Bahía Honda donde solo el 70% de la población dispone de fluido eléctrico. En cuanto a la telefonía, está restablecida en más del 97%, mientras el abasto de agua aun presenta dificultades por la rotura en el equipamiento de varias fuentes.
La situación en Pinar del Río no es tan halagüeña. Allí todavía se encuentran albergadas 6.900 personas que han perdido su vivienda, el servicio eléctrico es inestable y hay problemas con el acceso al agua. La población pinareña está recibiendo varios productos de donación para garantizar su alimentación en estas condiciones, además de comida ya elaborada subvencionada por el estado, pero su condición aún es compleja.
Las terrible huellas de Ian
A su paso, este huracán afectó a más de 91.000 viviendas, entre ellas 10.684 derrumbes totales. A pesar de que más de 1.500 hogares han sido recuperados, existen dificultades y demoras burocráticas en la entrega de materiales de la construcción para reparar los daños al fondo habitacional.
Para suplir las carencias en cuanto al abasto de agua, se están utilizando grupos electrógenos para bombear agua desde los pozos que abastecen las comunidades y se apoya con carros cisternas a las zonas a las que el agua no llega por las redes normales de distribución.
En cuanto a la recuperación del sistema eléctrico en la provincia, esta solo se encuentra al 41,55% y en algunos municipios solo alcanza el 18%. Otro sector profundamente afectado en la provincia es la agricultura, y en especial la infraestructura de la producción tabacalera, que es uno de los renglones más importantes de la economía de la provincia.
La recuperación de la más occidental de las provincias avanza. Además de los esfuerzos gubernamentales, numerosas organizaciones civiles se han movilizado para aliviar la dura situación que viven por estos días los pinareños, apoyando las tareas de reconstrucción de los hogares afectados.
Cabe destacar también la ayuda solidaria que muchos países han ofrecido y ofrecen, tanto con productos de donación como con recursos, para que Pinar del Río regrese a la normalidad. Japón ha sido uno de los que se ha sumado esta semana, ofreciendo equipamiento de emergencia para el tratado, purificación y bombeo de agua.
El huracán Ian ha sido sin dudas uno de los fenómenos naturales más destructivos de los últimos años para esta provincia. Toca ahora a todos ayudar a borrar definitivamente la huella de sus estragos.