Foto: Prensa Latina
Pese al fuerte impacto de la pandemia sobre la hotelería y la restauración en Cuba, agravado por la tensa situación imperante a nivel mundial, aún hay empresas que miran al futuro con optimismo y valentía. Una de esas compañías que apuesta por el turismo en Cuba es la bodega catalana Vallformosa.
Reconocida este año como el Mejor Productor de Espumosos en el certamen internacional Berliner Wine Trophy, Vallformosa lleva varios años acercándose al mercado cubano a través de la cadena Caracol, con productos suaves y muy frescos, perfectos para el clima local, y que hacen competitiva a la isla en el mercado vinícola.
Una amistad de años
Con sus más de 150 años de historia en la región vinícola del Penedés, a pocos kilómetros de Barcelona, la bodega Vallformosa es un referente de calidad global y posee representación en 50 países. Ganadora también de las dos últimas ediciones del Premio Vinari Euroselección Riedel como Mejor bodega del año (2020 y 2021), la empresa ha conquistado el mercado turístico cubano con una estrategia bien definida y de alta calidad desde comienzos de 2019.
Su cava Vallformosa 150 Gran Reserva fue servido durante la celebración oficial por los 500 años de la fundación de La Habana, y su presencia fue destacada en las ferias HostelCuba 2019 y Alimentos 2.0 (2022). Además, su cava La Plume de Mistinguett (medalla de oro en Pentawards 2017), fue el elegido para el brindis de la cena de gala del 55 aniversario de la marca de habanos Cohiba, que tuvo lugar hace pocas semanas.
Pero las conversaciones entre Vallformosa y la sociedad cubana no se han limitado a las altas esferas. La bodega mantiene un trato directo con empresarios cubanos, la Asociación de Sommeliers de Cuba, el Proyecto Mujeres Cubanas del Vino, dueños de restaurantes y otros negocios enfocados en la hostelería, con el fin de facilitar la comercialización y el reconocimiento de sus productos.
Una nueva etapa de relaciones provechosas
Con un 85% en cava y el 15% restante en vinos, la bodega catalana ya ha puesto a disposición del mercado cubano sus marcas Vallformosa, Gran Barón y Mistinguett, con muy buena acogida en materia de alta gastronomía.
Al respecto, su presidente Josep Graells March expresó que la compañía está muy interesada en crecer y apoyar el mercado turístico cubano con productos de calidad, para de esta forma brindar un servicio más competitivo frente a otros mercados de la región. Para ello, la bodega está gestionando una representación comercial permanente de Vallformosa en La Habana.
Esto facilitará la comercialización, promoción y formación del personal relacionado con sus productos, tal como lo expresó en su momento Marc Perelló, director comercial de las bodegas catalanas, cuando el pasado mes de diciembre de 2021 realizó formalmente la solicitud a la Cámara de Comercio de Cuba.
No hay duda de que estamos ante una excelente noticia para todos los amantes del vino y los espumosos. También es una señal de compromiso y seguridad de que el sector turístico cubano se encamina hacia la recuperación, tras dos años de forzado estancamiento, para recuperar y superar las cotas alcanzadas antes de la pandemia.