¿Tus proveedores cumplen lo que prometen… o hay retrasos que nadie está midiendo?
En Retail, los tiempos de entrega son mucho más que un número: son la diferencia entre tener las estanterías llenas o vacías, entre clientes satisfechos o decepcionados.
Y sin embargo, en muchas empresas, la medición real de estos tiempos se sigue haciendo de forma manual, incompleta o directamente no se hace.
Muchos equipos confían en la falsa “sensación” de que un proveedor cumple, pero la realidad suele ser bien distinta: pequeños retrasos (pero frecuentes) generan un gran problema al final de cada mes o trimestre. Como consecuencia de ello viene la falta de stock en productos que rotan rápido, exceso de inventario en los de menos demanda y costes logísticos inesperados para compensar estos fallos.
Lo peor es que muchas veces se detecta tarde, cuando el cliente ya está esperando o directamente reclamando.
Aquí es donde el Business Intelligence (BI) se convierte en un aliado imprescindible:
- Permite registrar y analizar cada pedido, midiendo el tiempo real desde que se emite la orden hasta que la mercancía llega al almacén o punto de venta.
- Genera comparativas entre proveedores, mostrando quién cumple y quién retrasa pedidos de forma recurrente.
- Visualiza tendencias de entrega por categoría de producto, zona geográfica o temporada, para anticipar problemas en épocas de alta demanda.
- Envía alertas automáticas cuando un proveedor empieza a fallar más de lo habitual.
Así, puedes actuar antes de que los retrasos impacten en tu operación y tomar decisiones con datos, no con suposiciones.
Tomar decisiones de compra sin datos fiables es como construir una casa sin planos: al principio puede parecer que todo está bien, pero tarde o temprano aparecen errores que cuestan mucho más corregir.
¿Tienes visibilidad real de los tiempos de entrega de tus proveedores? ¿Cómo gestionas esta parte crítica de tu operación?